Imagínate subirte a un coche que parece europeo, suena como japonés, pero viene de la fábrica más puntera de China. Así es el nuevo Ebro s400, un SUV compacto que entra pisando fuerte en el mercado español. Lo hemos probado a fondo y te traemos una review con sabor a gasolina, pero con conciencia ecológica. Póntelo cómodo, que esto viene con sorpresa.
Diseño exterior: ¿Esto lo han diseñado en China? ¿Seguro?
La primera impresión es clara: esto no parece un coche chino. Líneas modernas, detalles deportivos, parrilla afilada, luces LED que podrían estar en un coche alemán premium… No hay cromados chillones ni formas raras. Aquí hay trabajo de diseño europeo, y eso se nota.
Además, con unas llantas de 18″, un techo flotante en contraste y unos pasos de rueda musculosos, el Ebro s400 parece más caro de lo que es. De hecho, más de un curioso nos preguntó si era un Lexus o un Kia Sportage. Lo juro por la gorra de Fernando Alonso.
Interior: Bienvenido al club del diseño moderno
Cuando entras al coche, lo primero que piensas es: «vale, no es un Mercedes… pero está MUY bien». Acabados suaves, pantallas curvas dobles de 10,25”, iluminación ambiental configurable (hasta en rosa Barbie si quieres) y una consola central elevada que te hace sentir en un coche del futuro.
El sistema multimedia es rápido, intuitivo, y compatible con Android Auto y Apple CarPlay. El volante achatado abajo te da ese rollo deportivo, y los asientos, aunque no sean de cuero napa, recogen bien el cuerpo y son cómodos hasta para viajes largos. Punto extra por el espacio trasero: dos adultos pueden ir sin que sus rodillas toquen el respaldo del conductor. Y eso, amigo mío, hoy vale oro.
Motor híbrido: silencioso, ágil… y sorprendentemente eficiente
El Ebro s400 Hybrid combina un motor térmico 1.5 gasolina con un motor eléctrico y una batería pequeña (tipo híbrido tradicional, no enchufable). La combinación genera una potencia total de 190 CV, y lo mueve con soltura, especialmente en ciudad.
En modo eléctrico puro puedes rodar durante unos pocos kilómetros a baja velocidad, ideal para atascos o moverte sin gastar una gota. En autovía, se nota que el térmico entra más en juego, pero el cambio CVT está bien afinado y no hace ese ruido de licuadora que a veces dan otros híbridos. Aquí han trabajado la insonorización y la entrega de par de forma sorprendente.
Consumos medios: 5,6 l/100 km en uso mixto. En ciudad, puedes bajar de los 5. Y eso, para un SUV de casi 1.500 kg, no está nada mal.
Conducción: suave pero no aburrido
Este coche está pensado para la conducción tranquila. No va a rivalizar con un Cupra Formentor en curvas, pero se defiende bien. La dirección es suave, ideal para maniobras en ciudad, y la suspensión filtra muy bien los baches.
En autopista, el confort es notable. No hay ruidos aerodinámicos molestos, y puedes mantener cruceros de 120-130 km/h sin que el motor vaya forzado. Además, cuenta con control de crucero adaptativo, frenada automática, aviso de cambio de carril y cámara 360º. Vaya, que viene más completo que el maletero de Doraemon.
Maletero, espacio y detalles prácticos
El maletero tiene 360 litros, suficiente para el equipaje de una pareja con hijo (y suegra opcional). No es el más grande de su segmento, pero tiene formas aprovechables, doble fondo y un portón generoso.
Además, en plazas traseras hay salidas de aire, dos USB y buena altura para la cabeza. Es un SUV compacto, sí, pero bien pensado para el día a día. Hasta el gato cabría cómodo con su transportín.
Precio y garantía: la sorpresa final
El Ebro s400 arranca en torno a los 26.000 € (precio orientativo con promociones), lo que lo pone en la línea de los coreanos más peleones. Pero la bomba está aquí: 10 años de garantía o 1.000.000 de km. Sí, has leído bien. Esto es una declaración de intenciones. Y de confianza.
Conclusión: no es solo una promesa china, es una amenaza europea
El Ebro s400 es uno de esos coches que te desmonta prejuicios. Tiene diseño, tecnología, eficiencia y un precio competitivo. No es perfecto, claro: el maletero es justo, el cambio CVT sigue sin enamorar a los puristas, y la red de postventa aún está arrancando.
Pero si buscas un SUV con buen equipamiento, estilo moderno y que gaste poco, este chino camuflado de europeo puede ser tu nuevo mejor amigo. Y con esa garantía, igual le heredas el coche a tu sobrino y aún sigue tirando como un campeón.
¿El futuro? Está más cerca de lo que crees. Y, sí, viene con ojos rasgados, pero mirada europea.