Citroën ë-C3 eléctrico 2024: Prueba a fondo del coche eléctrico barato europeo que no es chino

Si estás buscando un coche eléctrico barato, funcional y que no venga con caracteres chinos en la ficha técnica, el Citroën ë-C3 2024 puede ser tu media naranja sobre ruedas. En esta prueba a fondo lo hemos puesto a prueba en ciudad, montaña y autovía, y te contamos todo lo bueno, lo mejorable y lo inesperado de este nuevo eléctrico europeo.

Un eléctrico simple pero efectivo: sin artificios ni fuegos artificiales

Nada más abrir el coche (sí, con llave de girar como en los viejos tiempos), te das cuenta de que aquí Citroën ha apostado por lo esencial. El interior está plagado de plásticos duros, pero bien ensamblados. Es un coche que no pretende aparentar lo que no es, y eso ya es un punto a favor.

El salpicadero tiene un diseño funcional, el volante pequeño y achatado es cómodo y hay detalles curiosos como el botón para desactivar los pitidos constantes del sistema de ayuda a la conducción. Un gesto que muchos agradecerán, sobre todo si quieres paz mental en trayectos urbanos.

Motor, batería y comportamiento: lo justo, pero bien repartido

Este ë-C3 monta un motor de 113 cv (83 kW) y una batería LFP de 44 kWh brutos (con unos 42 kWh útiles). ¿Qué significa esto? Que no vas a ganar carreras de aceleración, pero tampoco te quedarás tirado antes de llegar a la rotonda.

La aceleración es suave y progresiva, ideal para conducción urbana o trayectos relajados. Pero lo más interesante viene cuando lo sacas de la ciudad: lo probamos en subida de montaña y, aunque no es un Fórmula 1, respondió con dignidad y sin calentones. Eso sí, mejor ir solo o con acompañantes de espíritu ligero.

Autonomía real y carga rápida: aquí viene lo bueno

Citroën declara 320 km de autonomía WLTP, pero en nuestras pruebas obtuvimos entre 230 y 250 km reales en condiciones mixtas. En ciudad puedes sacarle más, especialmente si usas el modo Eco y no vas pisando como si fueras en un VTS del 99.

Y lo mejor: carga rápida de hasta 100 kW en DC. En nuestras pruebas, pasamos del 15% al 80% en solo 26 minutos. En un coche de este precio, eso es una fiesta. Incluso en corriente alterna admite hasta 7,4 kW, lo cual está bien para cargarlo en casa sin prisas.

Espacio interior y maletero: más grande de lo que parece

Desde fuera parece un coche pequeño, pero por dentro sorprende. La plataforma Smart Car permite un aprovechamiento inteligente del espacio. En las plazas delanteras hay buena amplitud y en las traseras caben dos adultos sin necesidad de pactar con el fisioterapeuta.

El maletero tiene 310 litros, más que suficiente para el uso diario, compras o escapadas ligeras. Además, hay huecos portaobjetos generosos y detalles funcionales, como los soportes para el móvil integrados.

Pantalla, botones físicos y sensación de conducción

El cuadro de instrumentos es minimalista: una pequeña pantalla tras el volante que muestra velocidad, autonomía y poco más. Pero eso sí, tienes una pantalla central de 10,25” donde se controla todo lo demás, y además tiene Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos.

Citroën ha mantenido botones físicos para la climatización, algo que se agradece mucho. La posición de conducción es cómoda, con visibilidad aceptable, aunque los retrovisores son un poco justos.

Comparativa con Dacia Spring y Leapmotor T03

Comparado con el Dacia Spring, el ë-C3 es más coche en todos los sentidos: más potencia, mejor equipamiento, más espacio y carga mucho más rápida. Frente al Leapmotor T03, el Citroën se siente más sólido, aunque el Leapmotor tiene una respuesta más viva en ciudad.

Eso sí, tanto el Spring como el T03 son más baratos, pero el ë-C3 compensa con calidad de rodadura, garantía europea y una marca con red de talleres amplia.

Precio y conclusión: un eléctrico lógico para el día a día

El Citroën ë-C3 2024 parte desde 23.800 € antes de ayudas. Con el Plan MOVES y achatarramiento, puedes conseguirlo por unos 16.800 €, lo que lo convierte en una opción muy interesante para quienes buscan un eléctrico práctico y sin complicaciones.

En resumen: el Citroën ë-C3 no es un coche para fardar en Instagram, pero sí para moverte cada día con cero emisiones, gastar poco y olvidarte de repostar gasolina. Un eléctrico que no pretende ser otra cosa que eso: un coche lógico, bien hecho y asequible. Y además, no viene con instrucciones en mandarín.